Seré yo misma

Retomando las cuestiones surgidas un par de post atrás, estoy en condiciones (¿estoy en condiciones?) de explayarme de la siguiente manera:

Yo tengo un blog como desafío ante mí misma, para poder decir(me) que no me achico ante la posibilidad de mostrarme al mundo. Para poder expresarme. Para hacerlo con libertad. Porque me cuesta decir(me) en la vida "real". Porque es un espacio en donde puedo hablar, o no, de aquello que tenga ganas. Porque si bien me gusta hablar (parlotear, blablear), también me cuesta (y mucho) decir lo que siento o qué me pasa.
Ahora bien, parecería que no estoy hablando mucho de mí misma en este blog. Puede ser. Cada tanto me pongo a opinar sobre otros (Charly , otras madres), hago tontas preguntas, o copio y pego cositas del correo. Pero creo que al hablar de otros, uno "pone" lo suyo, opina sobre la persona o la situación y así, se da a conocer un poquito más también.
Aunque revisando un poco la historia de esta historia, hablé bastante de mí. Pero no me voy a poner a enumerar, porque más que post, va a parecer balance esto.
Creo que dije la mitad de las cosas que tenía intenciones de decir, pero, bueh! por hoy ya es bastante. La mitad de algo es mucho más que la nada de eso.
Y aparte, esto recién empieza.

La argentinidad...

Esta mañana el acto del 25 de mayo de la escuela fué un desastre. Le faltaba ensayo, hubo trescientos baches, el sonido tenía un zumbido que lo acompañaba casi permanentemente, los chicos nunca abandonaron el murmullo, la maestra de música dió una perorata tratando de justificar porqué lo que estábamos por presenciar iba a ser tan terrible.
Igual... a los protagonistas del acto nada hay para reprocharles, fueron muy simpáticos, especialmente los más chiquitos, superaron sus vergüenzas y dijeron sus parlamentos con firmeza y hasta divirtiéndose.
Y fué justamente cuando los de cuarto grado representando a aquellos hombres de mayo gritaron Viva la Patria! (puta, que me pasa ahora también mientras lo escribo) que lo sentí.
Esa argentinidad que cada tanto, como esta mañana, siento a flor de piel.

Él dice, ella dice

Ella pregunta porqué la máquina está apagada.
Él dice que la despertó, pero que pasó un rato y ella seguía dormida.
Ella dice que la próxima vez, simplemente no le apague la máquina, menos si está el msn abierto. Él dice que ella lo trata mal sin justificativo alguno.
Ella dice que él exagera y salta (él) por algo que no es para tanto.
Él se va a dormir enojado.
A la mañana siguiente él sigue medio enojado. Tiene que irse a trabajar y se le hace tarde.
Mates, trencita, nudo de la corbata.
Distancia.
Él llama por teléfono y no reconoce la voz de ella.
Ella se molesta, pero le resuena lógico.
Plaza, sol, hijos jugando a la pelota.
Noche.
Ella lo espera.

Postear o no postear

¿Debe el poseedor de un blog tener algo para decir?
Eso que tiene para decir, ¿debe ser importante?
¿Tiene que ser relevante, interesante, intrigante?
¿Tiene que generar alguna clase de interés en los lectores?
¿Existe una frecuencia para la publicación de nuevos posts?
¿Cuál es el objetivo de tener un blog?

Tengo unas cuantas dudas, parece.
Y estoy tratando de zafar de postear algo, me parece.
Con la excusa de que pueda no ser de interés para los demás.
Excusas, bah!
Ya reapareceré. Palabra de bloguera.

Posteando de arriba

me llegó por correo, me pareció piola, lo adapté un poquitín, le edité la parte "enviáselo a tus amigas para que se sientan felices y así recibirás una grata sorpresa" (sólo para poder ponerlo acá) y aquí va:

MUJERES HERMOSAS

A los 3 años: Se mira en el espejo y ve una Reina.

A los 8: Se mira y ve a Cenicienta.

A los 15: Se mira y ve una Hermanastra Fea (de Cenicienta) "¡Mamá, no puedo ir a la escuela con este aspecto!"

A los 20: Se mira y ve "demasiado gorda/demasiado delgada; demasiado baja/demasiado alta; pelo demasiado rizado/demasiado liso" pero decide que va a salir de todas formas.

A los 30: Se mira y ve "demasiado gorda/demasiado delgada; demasiado baja/demasiado alta; pelo demasiado rizado/demasiado liso" pero decide que no tiene tiempo para arreglarlo y va a salir de todas formas.

A los 40: Se mira y ve "demasiado gorda/demasiado delgada; demasiado baja/demasiado alta; pelo demasiado rizado/demasiado liso" pero dice "por lo menos estoy limpia." y sale de todas formas.

A los 50: Se mira y dice "yo soy así" y va por todo donde quiere ir.

A los 60: Se mira y se acuerda de todas las personas que ya no se pueden ver en el espejo. Sale y conquista el mundo.

A los 70: Se mira y ve sabiduría, risas y capacidad, sale y disfruta de la vida.

A los 80: Ni se preocupa en mirar. Simplemente se pone un sombrero lila y sale a divertirse con todos a su alrededor porque comprende que la vida ha sido generosa con ella.

Quizás todas deberíamos ponernos aquel sombrero lila más pronto?

Llamado inesperado

El miércoles a la noche sonó el teléfono. Y muchas veces pasa que dejamos que atienda el contestador, que para eso está y porque siempre queda algo para hacer y si no se hace muy tarde. Inclusive Dante protestó porque se terminaba su "ratito de compañía" antes de quedarse dormido.
Cuestión que me levanté de su cama para atender (mientras el niño protestaba por ello) y dije "hola", obviamente.

- Hola, habla jota... jota ka (sabrán entender...es este tema del anonimato y todo eso)
- Hola! (leer con tono mixturado entre asombro y... mucho asombro, sería)

Bueno, resumiendo me llamó jk, a quien no veo, ni de quien tengo noticias como hace ¿cinco años, serán?
Con una actitud como si nada hubiera pasado (cosa que efectiva y paradójicamente sucedió), como si nos hubiéramos visto o hablado o carteado hace un mes.
Cuando en realidad, jk ni me dió bola la última vez que la ví en un cumpleaños de un amigo en común (al que apareció como "sorpresa" para el cumpleañero y para todos).
Cuando en realidad, jk ni siquiera tuvo ganas de contestarme una carta que yo le escribí, en la que le preguntaba el motivo de su alejamiento y le confirmaba mi presencia cuando ella me necesitara.
Cuando en realidad, jk ni tuvo ganas de darme alguna explicación y sólo dijo algo así como "y es la vida".

Y ahora reaparece como si nada de todo aquello hubiera acontecido, a saber de mi vida, de mis hijos y de nosotros. A ¿invitarme a comer pasta? para vernos y conocer al marido y que él nos conozca y que se va a quedar en Buenos Aires un tiempo y que está en el teléfono de la mamá (y a mí qué carajo me importa)
El tema es que si me importa, evidentemente.
Me descoloca. Me molesta. Me temblequea el corazón. Que me saque y me ponga en su vida como si a mi eso no me jodiera.
Fuimos amigas.
Y yo no he tenido tantas, ni tengo tantas ahora tampoco.

Tal vez la llame. Para poder preguntarle porqué.
O tal vez no.

Preguntonta II

¿Porqué las personas tienen cada una su propia hora en sus relojes?
Nadie tiene la misma hora que el de al lado, ¿lo notaron?