Instantáneas

Hace siete años firmamos la hipoteca de la casa. Ya nos "ahorramos" unas tres o cuatro mudanzas mínimo (qué bajón que es alquilar! y qué quilombo que es mu-dar-se!)
Igual no es eso lo que quiero decir, pero cabe a modo de introducción porque coincide con el cumple del más chiquito y (me) llegan los días esos en que los recuerdos se vienen en bandada. Y este año como tengo blog...
Acá vienen mis instantáneas de aquella época.
La contracción que me hizo sentir que de ese día se terminaba el embarazo. Fué colgando la ropa en la terraza de la casa nueva, levanté los brazos con un broche en la boca, alguna ropa en la mano y "tac", contracción.
La cara del más grande cuando vió (si...porque vió) la cabeza del hermano asomar al mundo. Detuvo su llanto ipso facto. Pero creo que esta instantánea merece post propio. Próximamente por este mismo blog-canal.

La sensación de que el patio de la casa nueva era más grande que lo que recordaba cuando la vi por prima vez.

Y hay más por suerte, pero son de otras épocas.

Esas instantáneas serán sacadas de la caja de fotos de la memoria y exhibidas algún otro día.

Instantánea, en lengua marunil: ése momento que nunca olvidaremos.

Ese preciso instante en que sucedió un evento y podemos pararnos

en él una y otra vez, como si lo estuviéramos viviendo hoy.